En Talentia Summit hemos conseguido reunir a referentes del coaching y el mentoring a nivel nacional. Una de las profesionales que ofrece estos servicios de forma totalmente gratuita en Talentia es Nelly Rey. Una mujer que ha sido pionera en la introducción de la empresa con servicios de desarrollo personal y profesional.
También ha introducido en las empresas formaciones tipo “Motivación y equipo” y “Trabajo en equipo”, destacando la importancia de las personas en las organizaciones. Es Interim Manager además de haber fundado en 2008 Identia Coaching.
Ha participado como coach profesional en programas de Televisión de Galicia como “Cuestións persoais” y en estos momentos es jurado en el programa “Negocios de Familia” de la Televisión de Galicia. Conversamos con ella.
Nelly, tenemos el placer de hablar con una persona que introdujo los servicios de desarrollo personal y motivacional en nuestro país. ¿Crees que ya está consolidada esta área entre la ciudadanía y las organizaciones?
Hay mucha más conciencia que cuando empecé, sin duda alguna, la gente se ocupa más de saber cómo poder gestionarse mejor en cuanto a conflictos, estrés, cargas laborales, insatisfacciones, frustraciones y buscar estrategias, mecanismo que les ayuden a poder gestionarse en esas situaciones complejas.
Aún así, queda todavía mucho por derribar. Quedan clichés entorno al desarrollo personal y profesional, que no se vea como ámbitos superfluos del desarrollo de la persona, sino desde las competencias claves (que tanto se trabaja ahora, las llamadas “soft skills”) para ser un profesional y persona, en definitiva, mejor adaptada a estos entornos tan cambiantes y volátiles.
Son años de experiencia en diferentes campos y muchas personas que has asesorado. ¿Qué tipo de consultas son las más frecuentes?
Desde el ámbito de la empresa las consultas que siempre crea dolores agudos son cómo gestionar los equipos de trabajo y atender los mil frentes abiertos para ayer.
Esto sucede dado el bajo nivel de competencias a la hora de saber cómo planificarse. Al margen de tener calendarios por todas partes, es más una cuestión de ir al detalle a la hora de ejecutar trabajos, de descomponer las partes de los objetivos hasta el punto de saber día y hora exacta, de tal manera que si se hace una verificación solo puede haber dos respuestas: sí o no. No hay una incertidumbre en cuanto al tiempo tipo “ya lo haré…” “ya se hará…”.
Recuerdo recientemente un director de departamento que sus reuniones eran de mínimo de 4 horas o más. Esto es insostenible para el cerebro. Lo que sucedía es que en cada reunión se volvían a retomar todos los puntos de las anteriores.
Además, en los nuevos puntos a tratar se analizaba al detalle el suceso, pero la solución y operatividad de poner en práctica esa solución quedaba en el aire.
¿Que ocasionó? Apatía en el equipo y desidia por las reuniones que son, ojo, la mejor herramienta para gestionar equipos y grupos de trabajo. El problema es que no se saben usar.
Saber comunicar al equipo en tiempo y forma, objetivos, metas, funciones, tareas, resultados, incidencias y prevenir posibles imprevistos “previsibles” puede parecer una losa, pero es cuestión de entrenamiento hasta adquirir un hábito en el sistema de trabajo. Y lo tengo comprobadísimo lo bien que funciona.
Otro tema muy acuciante es la soledad en la gerencia, la soledad del jefe/a a la hora de saber tomar decisiones, de saber cómo liderar y lidiar. Cómo saber negociar y establecer objetivos que lleguen a resultados, pero sobre todo, adquirir un sistema de funcionamiento ágil y orientado a resultados óptimos para la empresa.
Además de desarrollar tu actividad profesional como Interim Manager y mentora, también has trabajado en coaching de índole más personal. ¿Qué similitudes y diferencias encuentras a la hora de desarrollar tu labor?
La similitud es el miedo a moverse y a hacer otra cosa distinta de la que estoy haciendo en este momento. No me está funcionando… pero es lo que sé hacer. Ante eso, sigo, puesto que es lo conocido, lo otro no tengo ni idea y bueno…
Esa es la máxima igual para un/a alto/a directivo/a que no sabe si fusionarse con otra entidad, seguir adelante o vender todo que para una persona que no se encuentra bien en su trabajo y no sabe si emprender en lo que le lleva la vida o hacia que sector dirigirse.
De entrada, puede parecer que tiene más “marrón” el alto o alta directivo/a por la transcendencia de la operación, pero en el fondo el miedo es el mismo.
Es la misma expresión y parecida angustia en el pecho. Ese no poder respirar bien, esos desvelos a las cuatro de la mañana y esa falta de apetito es igual de grave en una que en otra persona. La diferencia radica en el camino y el resultado. Hay personas que a pesar del miedo tiran para delante y otras que siguen en esa zona incómoda pero acostumbradas.
En esta nueva situación mundial, debido a la enorme incertidumbre, necesitamos más que nunca la orientación y el coaching. ¿Se han disparado las consultas con la aparición de la pandemia?
Sí que hay muchas dudas en cuanto a cómo sobrellevar cada instante sin perder los nervios, los papeles, sin entrar en estados amargos que vuelven a uno, una persona gris.
Nerviosismo dado el alto impacto de noticias de cualquier fuente y de cualquier persona, y saber gestionar el “no sentirse atacado por todo” es muy importante.
Debido a la “nueva normalidad”, ¿has desarrollado nuevos proyectos que te han hecho plantearte la realidad de una forma distinta?
Sin duda, llevaba años apostando por formación y sesiones a través de webinar. Concretamente desde el 2012, en estos años había gente y entidades reacias a realizar formaciones y procesos a través de webinar, en tiempo síncrono.
Ahora ya no tengo que estar convenciendo. Para mí es una gran ventaja el poder acceder a un coaching de forma más “normal” a personas y entidades no solo del territorio nacional sino de habla hispana así estén en Nueva Zelanda.
Ya que conversas y asesoras con muchas personas en tu carrera, ¿dónde encuentras el talento en cada persona? ¿cómo se descubre?
El talento lo voy descubriendo en cómo me cuenta las cosas la persona, el estado de ánimo entre cómo hace ciertas cosas con más o menos pasión, el tiempo que le dedica y el resultado que sea óptimo.
Todo ello siendo congruente con las expectativas y la realidad. Yo por ejemplo, me encanta pintar pero no puedo pretender que por mi obra, que es “normalita”, se me pague 5.000€. No es real.
Este punto de que tus expectativas sean acordes a la realidad es muy importante para no caer en la frustración, para no hacerse “castillos en el aire” o para no dejarse llevar por “cantos de sirenas”.
Por lo tanto, un ámbito que te despierte curiosidad, admiración y esfuerzo de hacerlo cada vez mejor hasta alcanzar el hábito de hacerlo bien; están ahí todos y cada uno de tus talentos.
Es más, invito a las personas que nos estén leyendo que cojan papel y bolígrafo y que anoten:
- En una columna piensa en diez talentos que tengas, diez destrezas, competencias, habilidades que se te dé bien y casi sin darte cuenta.
Por ejemplo, desde negociar (porque te encanta hablar con la gente), hasta decoraciones de jardines o atraer gente en tu canal de TikTok haciendo recetas de cocina; incluso piensa en lo que te suelen decir tus compañeros/as de trabajo o amigos/as que coinciden en esa faceta tuya que se te da genial, anota todo.
- En la siguiente columna y por cada talento traza una flecha y responde: ¿cómo puedes emplear mejor ese talento? Piensa en objetivos que tengas o en una situación complicada por la que estés pasando y puede que alguno de esos talentos te puede ayudar.
Has participado en anteriores ediciones de Talentia. ¿Cómo esperas que sea este año en una edición 100% virtual?
Con la misma calidad, rigor y participación que en años anteriores y desde la ventaja de poder vivirlo a pesar de las restricciones. Y por lo tanto, tener la oportunidad de seguir conociendo gente, seguir haciendo contactos, saber qué se pide en estos momentos, que competencias son necesarias para las empresas.
Para mí, lo fundamental es estar actualizado y este tipo de jornadas acerca a las personas que están en situación de desempleo o de cambio a la realidad más inmediata.
